El federalismo es el sistema de
organización territorial de un Estado en el que las unidades políticas
–los estados- que lo componen tienen un grado muy alto de autogobierno,
aunque estas unidades se subordinan a un poder federal o central en
determinadas materias o competencias generales, como suelen ser las
fuerzas armadas, la política exterior, las directrices generales
económicas, servicios administrativos comunes, grandes infraestructuras,
etc.., estableciendo un equilibrio en sus constituciones. En los
Estados federales el poder legislativo es bicameral, con una cámara baja
donde están representadas las circunscripciones electorales en función
de su demografía, junto con cámaras altas de representación territorial,
que suele ser igualitaria para evitar el predominio de unos estados
sobre otros. Los conflictos de competencias entre el Estado federal y
los estados se resuelven en los tribunales federales, que también
ejercen como tribunales constitucionales.
El federalismo surgió con la creación de los Estados Unidos y la
promulgación de su Constitución de 1787. Los estados soberanos –las
antiguas trece colonias británicas- pactaron asociarse pero
estableciendo vínculos estrechos para crear una federación y no una
confederación, aunque no sin cierta tensión entre los partidarios del
fortalecimiento del poder federal y los defensores de los poderes de
cada estado, y que duró durante un largo período de tiempo. La guerra de
Secesión supuso la principal crisis de este sistema político. También
puede darse el camino inverso, es decir, partir de un Estado más o menos
centralizado que se descentraliza. La Unión Soviética fue un Estado
federal de repúblicas, que partió de la descentralización, además de la
pérdida de algunos territorios, del antiguo Imperio zarista. El Estado
de las autonomías español, sin ser federal, sí supuso una clara
descentralización desde un Estado muy centralizado, herencia combinada
del centralismo liberal decimonónico y del acusado centralismo
franquista, y que solamente fue cuestionado con el proyecto federal de
1873 y el Estado integral de la Segunda República, que reconocía las
autonomías, ya que no puede considerarse un modelo alternativo la ley de
mancomunidades de 1913.Por otro lado, el federalismo es también una doctrina política que defiende el sistema político descrito anteriormente. En este sentido, en España existió una tendencia federalista republicana que nació en el siglo XIX y que intentó poner en práctica una solución federal, sin éxito, en la I República, con dos vertientes, una de desde arriba con el proyecto constitucional de 1873 y, otra desde abajo y con un carácter más social, con el movimiento cantonalista.
Por fin, el federalismo es una opción para avanzar en la construcción europea, como un medio para dinamizar las instituciones de la Unión Europea, generar políticas comunes, agilizar el sistema político y administrativo y ganar en calidad democrática, con el fin de servir de forma más adecuada a los ciudadanos europeos en un mundo globalizado.
Eduardo Montagut
http://www.publicoscopia.com/cultura/item/4451-breves-nociones-de-federalismo.html
http://www.nuevatribuna.es/opinion/eduardo-montagut/federalismo/20131118103435098373.html
http://www.ecorepublicano.es/2015/10/aproximacion-al-federalismo.html
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